EXPERIENCIA SOMATICA TERMAL

Reserva de la Biosphera Gêres – Xurés  Ourense

Info y reservas : WhatsApp / Telegram   +34 644 906 634

AGUAS MEDICINALES

Existen dos tipos de aguas termales de acuerdo a su origen geológico, las magmáticas y las telúricas.

El tipo de terreno del que aparecen es una de las principales diferencias entre ambas las aguas magmáticas nacen de filones metálicos o eruptivos, mientras que las telúricas pueden aparecer en cualquier lugar. 

La temperatura de las aguas magmáticas es más elevada que la de la telúrica.

La primera tiene por lo general temperaturas mayores a los 50º C, mientras que las de origen telúrico pocas veces lo hacen.

Por otro lado, gracias a que las aguas telúricas son filtradas, estas poseen menor cantidad de mineralización que las magmáticas.

Los elementos más comúnmente encontrados en las aguas magmáticas son arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno.

Las aguas telúricas tienen por lo general bicarbonatos, cloruros, sales de cal y otros.

Una característica importante de las aguas termales es que se encuentran ionizadas.

Existen dos tipos de iones, los positivos y los negativos.

Contrario a su nombre, los positivos no le traen beneficios al cuerpo humano, y por el contrario, son irritantes.

En cambio, los iones negativos tienen la capacidad de relajar el cuerpo.

Las aguas termales se encuentran cargadas con iones negativos.

 

EFECTOS DE LAS AGUAS TERMALES EN EL SER HUMANO

 

El agua mineral y caliente de las “termas” tiene diferentes efectos en el cuerpo humano.

Algunos autores las dividen en tres, biológica, física y química, aunque en realidad todas actúan al mismo tiempo.

El baño en aguas termales aumenta la temperatura del cuerpo, matando gérmenes, entre ellos virus, además aumenta la presión hidrostática del cuerpo, por lo que aumenta la circulación sanguínea y la oxigenación.

Este aumento en la temperatura ayuda a disolver y eliminar las toxinas del cuerpo.

Al aumentar la oxigenación, el baño en aguas termales hace que mejore la alimentación de los tejidos del cuerpo en general, motivo por el cual aumenta el metabolismo, estimulando al mismo tiempo las secreciones del tracto digestivo y del hígado, ayudando así a la digestión.

El baño repetido (especialmente en periodos de 3 a 4 semanas) puede ayudar a normalizar las funciones de las glándulas endocrinas, así como el funcionamiento en general del sistema nervioso autonómico del cuerpo.

También existe un mejoramiento y estímulo del sistema inmune, relajación mental, producción de endorfinas y regulación de las funciones glandulares.

Muchos de estos efectos se deben al consumo del cuerpo de minerales como dióxido de carbono, azufre, calcio y magnesio.

Hay enfermedades de la piel  mejoran por baños en aguas termales (en especial si estas contienen azufre).

Las enfermedades que más se benefician son la psoriasis, la dermatitis y las enfermedades por hongos.

En algunas ocasiones también ayudan en la cura de heridas y de otras lesiones de la piel.

No hace demasiados años, se aisló un microorganismo – en la “Sociedad Internacional de Medicina Hidrológica” – estudiando precisamente lo que se llama “elementos intangibles” de las aguas termales.

El organismo aislado, pertenece a lo que se llama hoy en día “sulfobacterias”.

Se ha descrito que este grupo de microorganismos ayudan al cuerpo humano mejorando el sistema de defensa de la piel frente a todo tipo de agresiones.

De la misma forma, ayudan a disminuir el proceso de envejecimiento de este órgano.

En forma de resumen, las enfermedades crónicas que se ven beneficiadas con el uso de la balneoterapia, según investigaciones del Dr. Yuko Agishi, son:

Enfermedades reumáticas crónicas

La recuperación funcional de la neuroparálisis central y periférica

Algunas enfermedades metabólicas como la diabetes, la obesidad y la gota

Problemas gastrointestinales crónicos

Enfermedades respiratorias leves

Problemas de la circulación

Enfermedades crónicas de la piel

Enfermedades relacionadas con el estrés y otras de tipo psicosomático

Secuelas de trauma

Enfermedades ginecológicas crónicas.